De momento, esto es lo que tenemos escrito. ¡Pero necesitamos más!
Hace mucho, mucho tiempo (tanto, que ya casi ni me acuerdo) existió una lechuga llamada Farofa. No era una lechuga cualquiera. Era una lechuga especial porque tenía las hojas tan verdes que, cuando los caracoles se las comían, al momento la volvían a crecer.
Todas sus compañeras lechugas que tenía a su alrededor en ese terreno tan inmenso se alucinaban cada vez que veían las hojitas de Farofa volver a crecer tan rápido y tan verdes.
Entonces, un día que los caracoles fueron a comer lechuga, sus amigas gritaron: “¡oye! ¿Quién se atreve a robar mis lechugas?” Y un día Farofa, que desde que estaba plantada vio un castillo, se lo enseñó a sus amigos y en lo alto vio un hada que se llamaba el Hada Katraba y solía sobrevolar todas las mañanas el castillo para sentarse en su torre más alta. Desde allí, podía contemplar reinos de Villalechuga y Fuentecalabacín. Farofa y sus amigos tenían muchas ganas de conocer al Hada Katraba, así que decidieron hacer un viaje al castillo, pero de repente...
¡Animaos! Se está poniendo muy interesante...😲🍿
se encontraron con un enorme animal (bueno,eso creían) que comenzó a perseguirlos. Farofa y sus amigos empezaron a correr porque creían que era para cazarlos.¡¡ Pero no!! Era un bonito gatito llamado Pelusín que sólo quería jugar creyendo que eran pelotitas de lana.
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